martes, 4 de noviembre de 2008

Andrés Manuel López Obrador en la Cámara de Diputados

*Discurso del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, en la reunión que sostuvo con integrantes de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y coordinadores de las fracciones parlamentarias del PRD, PT y Convergencia, en el Palacio Legislativo de San Lázaro


Diputado César Duarte Jáquez,

Presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
Diputadas y diputados.

Pueblo de México:


Como hemos venido diciendo, y todos sabemos, estamos librando la lucha por la defensa del petróleo en medio de una tremenda crisis económica y de descomposición social.


En primer término, es indispensable saber qué nos llevó a esta debacle que afecta todos los órdenes de la vida pública: en lo político, lo económico, lo social, lo cultural y, desde luego, la pérdida de valores morales.


Como lo hemos dicho en otras ocasiones, la crisis de México viene de tiempo atrás, pero se ha profundizado desde el inicio de la década de los ochenta, cuando un grupo de potentados, sintiéndose dueños del mundo, ordenó a sus técnicos y a sus políticos, diseñar y aplicar un modelo que les permitiera apoderarse por completo de los estados nacionales, de los recursos naturales y de los bienes de la inmensa mayoría de los seres humanos.


Para ello, los ideólogos de la derecha inventaron una serie de recetas y recomendaciones que, machaconamente, con el apoyo de los medios de comunicación, fueron imponiendo en la mente de millones de personas para tratar de justificar su política de pillaje.


Así, divulgaron y convirtieron en dogmas, criterios como el de la dictadura del mercado; llegaron a proclamar el fin de la historia; la desregulación por completo de la economía y del sistema financiero; hicieron de las privatizaciones la panacea; la utilización del Estado sólo para proteger y rescatar a las minorías privilegiadas, y la contención salarial y la cancelación de la seguridad social.


También postulaban, y siguen sosteniendo, que el nacionalismo económico es una expresión retrógrada que debía desaparecer; que la soberanía nacional es un concepto caduco que estaba superado y en vías de disolución; que los potentados y los tecnócratas no son corruptos; que el capital internacional es la solución; que debía predominar lo económico sobre lo político y lo social; que debían bajarse los impuestos a los de arriba y cobrar más a los de abajo; que el Estado abandonara su responsabilidad social y que, automáticamente, si le iba muy bien a los de arriba, les iría bien a los de abajo; que si llovía fuerte arriba, goteaba abajo, como si la riqueza en sí misma fuese permeable o contagiosa.


Con todos estos llamados “paradigmas”, que no son más que una retacería de mentiras sin fundamento teórico ni científico, los barones del dinero y sus ideólogos llegaron a imponer el orden del día, la agenda, las llamadas “reformas estructurales”, los marcos legales y las políticas de los gobiernos, haciendo a un lado o sometiendo a los poderes públicos nacionales e internacionales.

En el caso de México, estas políticas fueron secundadas y llevadas a la práctica por un grupo de traficantes de influencias, especuladores, banqueros y políticos corruptos.


Aquí no sólo se adoptaron todos estos dogmas de manera ortodoxa, sino que se utilizaron como parapeto para llevar a cabo el peor saqueo de las riquezas y de los bienes de la nación que se haya registrado en toda la historia de nuestro país.

A esta política de pillaje se debe la actual tragedia nacional. El saldo ha sido devastador. Hoy México es un país en ruinas, cuyo extraordinario pueblo ha sido condenado a la sobrevivencia.


Ya no hay movilidad social, y ahora, para salir adelante, sólo han dejado el camino de la migración. Millones de familias están padeciendo por la falta de empleo o porque sus ingresos no les alcanzan ni siquiera para lo más indispensable.


A los jóvenes se les ha cancelado el futuro, pues son rechazados en las universidades públicas y no tienen para pagar las cuotas de las universidades privadas; tampoco tienen trabajo, por lo que se les orilla a migrar o a tomar el camino de las conductas antisociales.

Muchos mexicanos viven hacinados, enfermos y sin seguridad social. Las colonias exclusivas donde viven los potentados, los centros turísticos, las plazas comerciales y un corto etcétera, no son más que islotes en un océano de marginación y pobreza.


Y, desde luego, los responsables de toda esta infamia tienen nombre y apellido. Por ejemplo, tengo pruebas, y las he entregado ya a los medios de comunicación, de cómo el principal asesor de Carlos Salinas de Gortari, José Córdoba Montoya, y Claudio X. González, también salinista y actual presidente del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, están asociados en una empresa que le vende energía a la Comisión Federal de Electricidad y mantiene contratos con Pemex Gas y Petroquímica Básica.


Imagínense cuánta inmoralidad hay en todo esto, si en el gobierno de Salinas se hizo la reforma para privatizar la industria eléctrica y ahora el que era jefe de su oficina y principal asesor, es empresario del sector energético.


Y esa es la situación de Calderón, Mouriño, César Nava, Gastón Azcárraga, Roberto Hernández, José Luis Barraza, de los hijos de la señora Martha Sahagún, esposa de Vicente Fox, y de otros muchos más.


Y este es el mal, para hablar con toda claridad, que más aqueja y atormenta a la Nación. La corrupción política es lo que ha dado al traste con todo, es la causa principal de la desigualdad social y de la desigualdad económica.


Esta corrupción es lo que más ha generado desigualdad en nuestro país, esto es lo que ha estado hundiendo a México. Por eso, precisamente, es que estamos padeciendo más de la cuenta ante el derrumbe del modelo económico neoliberal.

Todo esto que, desgraciadamente, está pasando, lo advertimos desde la campaña por la Presidencia de la República. Dijimos, una y otra vez, que había que cambiar la política económica neoliberal, abolir los privilegios y cortar de tajo con la corrupción imperante. Que el principal objetivo del gobierno debía ser impulsar las actividades productivas, crear empleos y garantizar el bienestar del pueblo.


Sin embargo, después del fraude y de que nos robaron la Presidencia de la República, este grupo ha seguido dominando.


A pesar del rotundo fracaso de las políticas neoliberales y del daño que están causando a la mayoría del pueblo y a la nación, siguen aferrados a lo mismo y no están dispuestos a ceder en nada, aunque terminen de destruir a México.


No quieren aceptar el hecho de que procurar el acaparamiento económico de (unos) pocos con el sacrificio y la miseria de (otros) muchos, no sólo produce una monstruosa desigualdad económica y social, sino que desata la inseguridad y la violencia e impide la gobernabilidad democrática.


Por esta razón, es por lo que millones de mexicanos hemos decidido seguir luchando hasta lograr la transformación de la vida pública de México y establecer una nueva economía, una nueva forma de hacer política y una nueva convivencia social, más humana, más justa y más igualitaria. Y tenemos como objetivo defender al pueblo y defender al patrimonio nacional. En este marco entendemos que la lucha por la defensa de la economía popular, está estrechamente vinculada con la defensa del petróleo.


Tengamos presente que la devaluación del peso y la actual crisis económica y financiera ya ha provocado, en sólo 30 días, la pérdida del 25 por ciento de los ingresos y de los bienes de la mayoría del pueblo de México.


Tenemos que luchar para que se frene de inmediato este deterioro, porque desgraciadamente todo indica que las cosas van a empeorar.

No podemos cruzarnos de brazos, no podemos aceptar pasivamente que, como ya lo están haciendo (con el uso de las reservas internacionales del país), se utilice al Estado sólo para rescatar a los de arriba; tampoco podemos permitir que se recurra de nuevo a organismos financieros internacionales, al Fondo Monetario Internacional para aplicar las recetas de siempre que, una y otra vez, han fracasado.


Se trata de establecer un manejo de la crisis, aplicando un modelo propio que tenga como elementos fundamentales lo siguiente:


1. Evitar despidos de trabajadores y un mayor desempleo. Para este propósito, cualquier apoyo de crédito que otorgue el gobierno a las empresas, debe estar condicionado a que no despidan trabajadores. Asimismo, es urgente que se lleve a cabo un programa emergente de construcción de obras públicas para reactivar la economía y generar empleos.


2. Se debe establecer el congelamiento de precios de los alimentos, de impuestos y de servicios y se debe lograr la reducción del costo de los energéticos. Vamos a luchar para que se congelen los precios de la tortilla, pan, agua, leche, huevo, frijol, lenteja, arroz, aceite, carne de res, de cerdo y de pollo, café, azúcar, pastas para sopa, teléfono, transporte público, medicamentos, renta de viviendas, colegiaturas, predial y peajes de carreteras. Todos estos alimentos, bienes y servicios han aumentado en promedio 100 por ciento. Inclusive, vamos a luchar para que bajen de inmediato el precio de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica. Van 24 aumentos a la gasolina en lo que va del año y estos aumentos se trata de justificarlos, diciendo que estaba muy alto el precio del petróleo en el mercado internacional. Ahora que ha bajado el precio del petróleo, tiene que bajar de inmediato el precio de la gasolina, del gas, la energía eléctrica y del diesel


3. Vamos a exigir que el Estado intervenga de inmediato para frenar la caída de los ahorros o de los fondos de pensiones de los trabajadores que, de forma irresponsable también por las políticas privatizadoras, éstos fondos que significan el patrimonio de millones de mexicanos, se colocaron en las Bolsas de Valores, y que con el derrumbe financiero, han perdido en estos últimos días del 20 al 30 por ciento de su valor. Estamos hablando de las pensiones con las que van a vivir el día de mañana los trabajadores de México. Es urgente evitar una mayor pérdida en el patrimonio de 39 millones de trabajadores y de la clase media.


4. Demandamos que aumente el presupuesto destinado al campo; que se establezcan precios de garantía y subsidios al fertilizante y a otros insumos. Debe garantizarse, en estas circunstancias de crisis, la autosuficiencia alimentaria, que implica también un cambio, un viraje, ya no apostar a estar comprando los alimentos en el extranjero, hay que apoyar a los productores, ejidatarios y pequeños propietarios para lograr la autosuficiencia alimentaria y crear una reserva de granos básicos.


5. Se debe establecer el Estado de Bienestar, otorgando becas a todos los estudiantes de preparatoria del país, hay que darle un trato especial a los jóvenes que se les han cerrado las puertas y no tienen posibilidades ni de trabajo ni de estudio; hay que aumentar el presupuesto a todas las universidades públicas, no debe haber rechazados, todos los jóvenes que están en posibilidad y en edad de estudiar, tienen que tener acceso a la educación, sin importar su condición económica o social de los padres, el Estado tiene que garantizar la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares; se deben entregar pensiones alimentarias a todos los adultos mayores del país, así como apoyos a madres solteras y becas para personas con discapacidad; se debe garantizar, en esta situación difícil, la atención médica y los medicamentos gratuitos a quienes no cuentan con seguridad social; también deben devolverse los ahorros a los ex braceros y debe cancelarse la llamada Alianza Educativa, que agrede al sector magisterial.


¿Y por qué expongo este tema ante ustedes? Porque esta Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de aprobar el presupuesto público y, de acuerdo a las normas, a la ley, tienen que tener aprobado este presupuesto a más tardar el 15 de noviembre, ustedes tendrán que decidir cómo se orienta el presupuesto en estas circunstancias de crisis económica.


Tienen ustedes esta posibilidad de orientar adecuadamente el presupuesto público, que es dinero de todo el pueblo de México, van a aprobar un presupuesto de alrededor de tres billones de pesos.


Mucho se puede hacer si hay una adecuada orientación de este presupuesto. Ustedes van a tener en sus manos esta decisión, tienen que ver hacia dónde se orienta este presupuesto, si se va a seguir orientando para rescatar y proteger a los de arriba o se va a utilizar el presupuesto para apoyar y proteger al pueblo.


Por ejemplo, tienen ustedes la oportunidad que de se reduzca el gasto superfluo del gobierno, se puede hacer una reducción de gasto superfluo, destinado a la alta burocracia, del orden de 200 mil millones de pesos, es una bolsa importante.

Pueden ustedes, por ejemplo, terminar con todos los privilegios de la alta burocracia, empezando por bajar a la mitad los sueldos de los altos funcionarios públicos, incluyendo el del presidente usurpador, los sueldos de los ministros de la Corte, jueces y magistrados, y los sueldos de ustedes, los diputados federales, y senadores.


Hay que suprimir las partidas de gastos médicos privados y el fondo de ahorro especial para latos funcionarios públicos, que significan 12 mil millones de pesos del presupuesto. Así mismo, deben cancelarse las pensiones millonarias para los ex presidentes y aplicar un plan de austeridad republicana. Nunca, menos ahora, un gobierno rico con pueblo pobre.


Sería ofensivo y un insulto más que, ante esta grave crisis económica, ni siquiera se tomara una medida de esta naturaleza.


Ahora bien, como dije al principio, en medio de esta crisis económica y de descomposición social, tenemos que seguir defendiendo el petróleo.

Es claro y del dominio público que lo hasta ahora logrado se debe en lo fundamental a nuestro movimiento.


No olvidemos que tanto la propuesta inicial de Calderón como la del PRI, iban orientadas a privatizar casi toda la industria petrolera. Tengamos presente que querían legalizar la privatización de la refinación, el transporte, los ductos y el almacenamiento de petrolíferos. Y eso lo paramos. Así como también se avanzó en otras demandas.


Sin embargo, como es sabido, por decisión mayoritaria el pasado miércoles en el Hemiciclo a Juárez, de manera democrática, se decidió iniciar las acciones de la resistencia civil hasta lograr que se incluyan en la reforma en materia de petróleo, las demandas pendientes de nuestro movimiento, sobre todo –subrayo— la prohibición expresa para no permitir la asignación a compañías nacionales o extranjeras, de bloques o áreas del territorio o de las aguas nacionales para la exploración y producción de petróleo.


Aquí quiero informar que este tema, además de haberlo planteado públicamente con anticipación, me tocó comentarlo con nuestros senadores de las comisiones de Energía y de Asuntos Legislativos, cuando se estaban elaborando los dictámenes.


Me consta que Pablo Gómez y Dante Delgado insistieron en que se aceptara la fracción séptima del Artículo 60 de la Ley de Petróleos Mexicanos, para incorporar la prohibición expresa de entregar áreas o bloques del territorio, en exclusiva, a compañías extranjeras.

Sin embargo, tanto los senadores del PRI como los del PAN siempre terminaron por rechazar esta petición, a pesar de que consultaron, quién sabe con quién y dónde. Lo cual, como es lógico, nos genera una gran sospecha.

¿Qué significa esto de los bloques? Voy a tratar de explicarlo. En esencia, se pretende que en toda la zona petrolera del país —terrestre y marítima— la tierra y el agua, sobre todo en el Golfo de México, se hagan parcelas, que se divida el territorio petrolero en lotes, para conceder estas parcelas, estos lotes y estos bloques a empresas extranjeras que manejarían, en exclusiva, la exploración y la producción de petróleo.


Con este proyecto, por ejemplo, el área clasificada como Aguas Profundas, que abarca una superficie de 575 mil kilómetros cuadrados en el Golfo de México, y que significa más de una cuarta parte del territorio nacional, sería cuadriculada y dividida en 115 bloques o lotes de 5 mil kilómetros cuadrados cada uno.

Es como ceder a pedazos nuestro territorio a empresas extranjeras. Para tener una idea: cada bloque sería del tamaño de estados como Tlaxcala, Morelos, Colima o Aguascalientes.


Este modo de operar de las compañías petroleras extranjeras ya se aplica en el Golfo de México en el territorio de Estados Unidos, así como en Rusia, Cuba, Ecuador, Venezuela, Brasil, Perú y Bolivia, entre otros países productores de hidrocarburos.


Nada más que es necesario aclarar que, en la mayoría de estos países, este tipo de contratos se suscribieron cuando había gobiernos de derecha, sometidos a intereses extranjeros.


No obstante, los actuales gobiernos están cancelando estos contratos y están recuperando su soberanía. Es decir, aquí quieren imponer lo que en el mundo ya viene de regreso.


En poco tiempo todo se ha venido aclarando. Recordemos que el mismo jueves que se aprobó en lo general dicha reforma en la Cámara de Senadores, legisladores de los partidos del Frente Amplio Progresista pidieron que se discutiera en lo particular este asunto de la concesión de bloques de nuestro territorio.


Sin embargo, a pesar de que se reservó el Artículo 60, para ser discutido, a la hora de la hora, por votación mayoritaria de los senadores del PRI y del PAN, se desechó esta discusión, sin argumento alguno, es decir no quieren discutir este tema.

Hemos propuesto que todo esto se resolvería con la fracción séptima del artículo 60 de la Ley de Petróleos Mexicanos, en donde se aclare que no se entregarán áreas o bloques del territorio nacional para la exploración y producción de petróleo, de manera exclusiva, a empresas extranjeras.


Es más, al día siguiente de la aprobación de las reformas en el Senado, el viernes en la columna Capitanes de la sección Negocios del periódico Reforma, publicada bajo la responsabilidad editorial de ese diario, se dio a conocer una información que deja totalmente al descubierto la gran trampa “escondida” en la reforma petrolera aprobada en el Senado de la República.


Les voy a leer el fragmento de esta información. Repito, el jueves se aprueba la reforma en el Senado, al día siguiente aparece como nota principal de la sección Negocios del periódico Reforma esta nota que les voy a leer.

Dice así:


PETROLERAS PENDIENTES


“Calladas pero cabildeando. Así andan las huestes de grandes petroleras como Shell, Exxon Mobil, Petrobras, Statoil Hydro y hasta Chevron.


“Aunque no han fijado una postura abiertamente, está claro que no descartaron de facto su posible intervención en la producción de hidrocarburos bajo las reglas de la reformita que ya pasó el Senado.


“La primera tarea que encargaron a su equipo en México está en manos de firmas de abogados locales, agremiados en la Asociación Mexicana de Derecho Energético, que preside Tomás Mueller Gastell.


“Su misión: interpretar los esquemas contractuales que detonarán los cambios realizados a la Ley Reglamentaria del 27 constitucional en el ramo petrolero.

“La segunda tarea está en manos de las áreas de desarrollo de negocios.

“Estas analizan la conveniencia de entrar a las nuevas opciones que dará Pemex, bajo la modalidad legal de contratos de servicio.


“Antes de eso falta un último paso.


“Ahora que las leyes están casi planchadas, sigue el reglamento de la Comisión Nacional de Hidrocarburos.


“Esta decidirá sobre la asignación de bloques para la exploración y producción de hidrocarburos, el tiempo de adjudicación mediante contratos de servicios y las medidas para la asignación de incentivos económicos.


“Así que las extranjeras no pierden de vista el proceso, pues no descartan que pese a la “reforma chiquita” –porque ya aquí están dando como hecho de que fue para ellos una gran reforma— al final todavía puede salir algún negocio interesante”.

Hasta aquí la nota del periódico.


El sábado pasado, cuando dimos a conocer esta información en un manifiesto publicado en el periódico La Jornada, plantee las siguientes interrogantes: ¿qué dirán ahora nuestros detractores con estas evidencias, con estas pruebas? ¿Se atreverán a reconocer con honestidad que nos asiste la razón?


Diputadas y diputados:

Diputado Duarte:


Acepté comparecer ante ustedes, porque todavía están a tiempo de evitar que se cometa el mayor agravio al pueblo de México y a la Nación, en la historia reciente de nuestro país.


Están por aprobar leyes que no sólo contravienen el espíritu y la letra de la Constitución, sino que abren la puerta para que empresas y gobiernos extranjeros puedan explorar y explotar en exclusiva nuestro petróleo tanto en tierra como en las aguas patrimoniales.


Es evidente la intención que se tiene y la trampa que hay en las reformas legales que ustedes pretenden aprobar. Se trata, como se dice en la columna periodística, de aplicar la modalidad de contratos de servicios, con la asignación de bloques para la exploración y la producción de hidrocarburos, por un tiempo de 20 a 25 años, y con incentivos económicos especiales.


Y da la casualidad que en la legislación que ustedes, espero no aprueben, no hay limitantes de tiempo en contratos y existe en el capítulo titulado “Modalidades especiales de contratación”, en el artículo 61, la autorización para otorgar compensaciones.

Esto es, de acuerdo a nuestros antecedentes históricos, parecido a lo que se hizo en el gobierno de Miguel Alemán, que de 1947 a 1951 se entregaron contratos a cinco grandes empresas extranjeras, que llegaron a dominar en los estados del Golfo de México, de Tamaulipas a Campeche, en una extensión de cerca de cuatro millones de hectáreas.


Esto llevó al presidente Ruiz Cortines a modificar la Ley reglamentaria del artículo 27 constitucional y llevó también al presidente Adolfo López Mateos a modificar el artículo 27 constitucional en el ramo del petróleo. Y fue hasta 1970, siendo don Jesús Reyes Heroles padre, director de Pemex, que se pudieron cancelar estos contratos. Es decir, nos tardamos 20 años para poder cancelar estos contratos.


Pueden decir también que esto de los bloques no está permitido en la Constitución, porque últimamente se viene diciendo eso, que no está permitido, nosotros lo que queremos es que se prohíba expresamente. Les voy a decir por qué.

No está permitido ni en la Constitución ni en las leyes que están por aprobarse, pero nada más les recuerdo que ya en nuestro país, en el 2003, el señor Felipe Calderón, como secretario de Energía, entregó los primeros bloques de territorio nacional, sin estar permitido, sin estar en la Constitución.


Entonces ¿con qué atribución legal Calderón licitó y entregó a empresas extranjeras ocho bloques de nuestro territorio nacional, por cincuenta mil kilómetros cuadrados en la región de Burgos, correspondientes a los estados de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas para la extracción de gas?


¿Cuál fue la ley utilizada para respaldar la asignación de bloques, si esto va en contra de lo que señala nuestra Constitución?


Entonces no es nada más de que no esté permitido, porque ya se ha hecho. Se necesita prohibir de manera expresa.


También se dirá que entregar bloques a empresas extranjeras, en exclusiva, es la única forma que tenemos de explotar el petróleo, porque carecemos de tecnología.

Para contestar a esto, baste decir, como lo saben todos los técnicos petroleros, que Pemex puede llevar a cabo estas actividades como lo ha hecho siempre, contratando con empresas la perforación de pozos exploratorios y de producción, sin entregar en exclusiva, áreas del territorio nacional a compañías petroleras extranjeras.


De modo que, ciudadanas y ciudadanos diputados, está en sus manos dejar en claro este asunto. De lo contrario, van a convertirse en cómplices de la entrega de nuestro territorio y de la violación a la soberanía nacional.

Esto significa que van a violar el juramento que han hecho de cumplir y hacer cumplir la Constitución.


De manera respetuosa, les pedimos que antes de aprobar en el pleno la Ley del Petróleo y la Ley Reglamentaria del artículo 27 constitucional, se regresen estos dos proyectos a comisiones, para incluir la prohibición expresa de entregar bloques en exclusiva a empresas petroleras extranjeras.


¿Cuál es la prisa? Vamos a ventilar este asunto con toda responsabilidad, vamos a resolver de acuerdo a lo que mejor le conviene a México y lo que garantice que no se va a entregar nuestro territorio y nuestra soberanía.


Si ustedes revisan el mapa de explotación de Petróleo y Gas de los Estados Unidos de Norteamérica, van a encontrar que ya todo el Golfo de México, del lado estadounidense, está cuadriculado y que, en gran parte, ya fue repartido a las empresas petroleras. Ya cada lote tiene asignada una empresa petrolera.


Esa es realmente la intención que tienen los promotores de este plan entreguista. Quieren anexarnos con el asunto del petróleo y algo que es muy grave.


Nada más pónganse a pensar, que una vez que estén las empresas extranjeras en el Golfo de México, del lado nuestro, del lado mexicano, alegando la defensa de sus intereses y asuntos de seguridad, los Estados Unidos van a querer custodiar nuestros mares y nuestras costas con su Armada, como lo hacían antes de la expropiación petrolera.


Muchos de los que nos están viendo y escuchando, ustedes mismos, conocen bien esta historia, de como siempre estaban las cañoneras extranjeras en las costas de Tamaulipas y de Veracruz, para cuidar el área petrolera que tenían las compañías.


No debemos dar cabida a este intervencionismo. No aceptemos ninguna ocupación a nuestro territorio. México debe seguir siendo un país libre, independiente y soberano. No queremos convertirnos en colonia.


En este asunto tan importante, lo que está en juego es precisamente eso: ser país o convertirnos en colonia.


Diputadas y diputados:


Vamos a estar allá afuera, esperando la decisión que tomen en cuanto a la Reforma Petrolera y les adelanto, de manera respetuosa, que vamos a regresar antes del 15 de noviembre, antes de que se apruebe el presupuesto federal de 2009, para defender nuestros puntos, defender nuestros planteamientos relacionados con la defensa de la economía popular.


La lucha por la defensa de nuestro petróleo será permanente y siempre actuaremos de manera pacífica. Que quede claro: este movimiento ha sido, es y seguirá siendo pacífico. No vamos a caer nunca en la trampa de la violencia, porque nos asiste la razón.


Hay millones de mexicanos, mujeres y hombres, libres y concientes, como los que están afuera de esta Cámara, y muchos más, que no permitiremos dejar sin patrimonio a las nuevas generaciones, ni condenarlos, a nuestros hijos y a nuestros nietos, a ser esclavos en su propia tierra.


No olviden ustedes que son representantes populares y no simples instrumentos al servicio de intereses creados. Tienen la oportunidad histórica de actuar con lealtad al pueblo y con patriotismo.


La vida, como todos sabemos, es demasiado corta, para que la ensuciemos dejándonos dominar por la codicia y el interés personal o de grupo.


Y recuerden siempre lo que decía el general Lázaro Cárdenas del Río, el mejor presidente del Siglo XX: “Gobierno o individuo que entrega los recursos naturales a empresas extranjeras, traiciona a la patria”.


La patria no se vende, la patria se ama y se defiende.


Muchas gracias.

lunes, 29 de septiembre de 2008

AMLO: Propuesta de solución a la actual crisis de México

DISCURSO DE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, DURANTE LA ASAMBLEA INFORMATIVA DEL MOVIMIENTO NACIONAL EN DEFENSA DEL PETRÓLEO, EN EL ZÓCALO DE LA CIUDAD DE MÉXICO

28 de Septiembre de 2008

Amigas y amigos:

Muchas gracias por su participación en esta marcha-mitin. Muchas gracias de todo corazón.


Siempre que convocamos a una manifestación, a una asamblea, nuestros adversarios, los que no nos ven con buenos ojos, y en los medios de comunicación se habla de que no va a acudir la gente.

Ahora estuvieron diciendo que esta iba a ser la marcha, la concentración, menos participativa. Por ahora se van a quedar con las ganas, porque aquí estamos. Y todo se debe a ustedes.


Amigas y amigos:


La crisis del México actual es producto del agravamiento de dos males endémicos: la corrupción y la desigualdad.


Es indudable que siempre se ha padecido de estas calamidades. Pero de 1983 a la fecha, la corrupción y la desigualdad se han fomentado desde el poder público, se han institucionalizado.

Durante el periodo llamado neoliberal, lo que realmente ha predominado es una política excluyente y de pillaje. Aquí insisto: desde 1983, un grupo muy selecto de traficantes de influencias, especuladores, banqueros, grandes empresarios y políticos corruptos se apoderaron del gobierno, se han venido apropiando de los bienes del pueblo y de la Nación y han utilizado el presupuesto público para su exclusivo beneficio.


Todo este proceso ha sido operado por tecnócratas formados en escuelas del extranjero, donde se elaboran los sofismas o falsedades para tratar de justificar el predominio del interés económico de una minoría y la apropiación de los recursos naturales de las naciones por encima del bienestar de los pueblos.

Incluso, como borregos, muchos intelectuales y comunicadores al servicio de la derecha repetían y consideraban válida la seudo teoría del goteo, según la cual, si les iba muy bien a los de arriba les iría bien a los de abajo. Si llovía fuerte arriba, goteaba abajo; como si la riqueza en sí misma fuese permeable o contagiosa.

Veamos con precisión y objetividad cuál es el saldo de esta política de pillaje llamada neoliberal:

De 1983 a la fecha, se han privatizado más de mil empresas públicas (entre ellas bancos, teléfonos, acero, minas, puertos, aeropuertos, líneas aéreas, ferrocarriles y electricidad).

En los últimos veintiséis años se ha extraído tres veces más petróleo que todo lo producido en 81 años (de 1901, cuando inició la explotación petrolera, hasta 1982). De 1983 a la fecha, la deuda pública creció de 80 mil a 300 mil millones de dólares.


En el periodo neoliberal se ha construido menos infraestructura y obras públicas, es decir se han hecho menos carreteras, hospitales, escuelas, presas, sistemas de riego; se abandonó el campo; se suprimió toda la política de fomento económico; se arruinó al pequeño y al mediano comercio; se ha desmantelado la industria nacional, y estas actividades pasaron casi por completo a manos de extranjeros.


De 1982 a la fecha, el salario mínimo ha perdido el 85 por ciento de su poder adquisitivo, de su poder de compra. En aquel entonces, en 1982, el salario mínimo alcanzaba para comprar 56 kilos de tortilla, hoy sólo permite comprar 5 kilos.

En 1982, del total de la población económicamente activa, 35 por ciento tenía empleo en la economía formal. Hoy sólo tiene ocupación formal 22 por ciento y, según cifras oficiales, 12 millones trabajan en la economía informal, que buscan la vida de esta manera.

En 1982, salieron del país a buscar trabajo al extranjero 210 mil mexicanos; en 2007, el año pasado, tuvieron la necesidad de emigrar 582 mil. En este periodo, mientras las universidades privadas aumentaron seis veces el número de sus estudiantes, las universidades públicas apenas duplicaron su matrícula.

Este ha sido el periodo de mayor concentración de la riqueza en toda la historia de México. Un dato: en 2006, según Forbes y cifras del INEGI, el patrimonio de los 10 mexicanos más ricos era equivalente al ingreso de un año de la mitad de la población de nuestro país. Asimismo, en ese año, el 70 por ciento de las familias mexicanas vivía con ingresos menores a 8 mil pesos mensuales.


Uno de los resultados más lamentables de esta política discriminatoria, es que de 1982 a la fecha, el número de pobres en México pasó de 32 millones a más de 60 millones; es decir, se duplicó.

Aunque cruda, esta es la realidad, que a veces no se quiere aceptar. La espeluznante verdad: en México la riqueza de unos (pocos) se ha edificado con la miseria de otros (muchos).

Por eso sostenemos que para enfrentar la crisis actual, lo primero que tiene que hacerse es cambiar esta política injusta y excluyente, que es la causa principal del empobrecimiento, de la inseguridad y de la violencia.


En otras palabras, debe aplicarse una nueva política que tenga como objetivo central la atención a las necesidades del pueblo y no el lucro y los privilegios de una minoría.


Este debe ser el gran tema del debate nacional. Sobre esta base es que estamos dispuestos a dialogar y a llegar a un acuerdo con otras fuerzas políticas y sectores sociales.


Desde esta plaza pública defino con toda claridad lo siguiente:


Primero, rechazamos la violencia en cualquiera de sus manifestaciones, nuestro movimiento ha sido, es y seguirá siendo pacífico. Aquí abro un paréntesis para condenar una vez más el acto terrorista de Morelia, que causó la muerte de 8 seres humanos y lesionó a más de 100 personas inocentes.


Segundo, es necesario aclarar que no estamos en contra quienes, con esfuerzo, trabajo y de conformidad con la ley, crean riquezas y generan empleos, sino de aquellos que de la noche a la mañana amasan grandes fortunas en la ilegalidad o al amparo del poder público. Estamos en contra de los traficantes de influencias, de los especuladores y de los políticos corruptos, pero estamos a favor, se tiene que saber con mucha claridad, de una iniciativa privada con cultura productiva, con responsabilidad cívica y dimensión social.


Tercero, siempre por encima de nuestros legítimos intereses, personales o de grupo, estará el bienestar del pueblo y de la Nación.


Cuarto, para rescatar al país de la crisis actual, estamos dispuestos a construir un acuerdo con todas las fuerzas políticas y con los representantes de todos los sectores sociales de México, siempre y cuando se convenga cambiar la política económica para apoyar a la mayoría de los mexicanos, y en especial a los pobres y desposeídos de nuestro país.

Y estamos dispuestos a ese acuerdo, si todo nos comprometamos a no permitir la privatización de la industria petrolera en ninguna de sus modalidades.

Quiero explicar a ustedes con mayor detalle por qué es indispensable cambiar la actual política y qué proponemos de manera concreta.


Es innegable que la situación económica del país está en franco deterioro y si no se corrige el rumbo, la situación va a empeorar, y será el pueblo pobre el que resulte más afectado. Aunque todos lo padeceremos, porque en una sociedad siempre el destino de unos, está atado al de otros.

Este año, el crecimiento económico de México es el más bajo de todos los países de América Latina y el Caribe.


En los últimos tiempos ha sido mayor la pérdida de empleos. El salario y los ingresos están resultando insuficientes ante el aumento de precios, ante la carestía. Está creciendo la cartera vencida. Los bancos han reducido sus créditos. Las tiendas departamentales están bajando sus ventas. En estos días, la industria de la construcción no está creciendo.


Por los efectos de la recesión, de la crisis en Estados Unidos, se está reduciendo el monto de las remesas de los trabajadores mexicanos en el extranjero; está cayendo la producción y las exportaciones mexicanas son menores; están bajando los niveles de ocupación en los destinos turísticos de nuestro país, y hay falta de crédito internacional para proyectos de inversión.


No quisiéramos que ocurriera, pero lo más lógico es que con el deterioro de la economía mundial habrá menores flujos de divisas hacia México por concepto de inversión, de crédito y de exportaciones.


Adicionalmente, la caída en la producción del petróleo, ocasionada por su mal manejo, y una probable baja en los precios del petróleo, automáticamente plantea el riesgo del déficit creciente en la balanza de pagos.


Sin considerar las exportaciones de petróleo, el déficit comercial, que significa que estamos comprando más en el extranjero de lo que vendemos afuera, ese déficit en el 2000, fue de 14 mil 149 millones de dólares; en 2007, de 53 mil 92 millones de dólares y, en 2008, según proyecciones, será de 68 mil 374 millones de dólares; es decir, del año pasado a este, crecerá 15 mil millones de dólares.

Y es importante señalar que el 86 por ciento de este incremento en el déficit, se debe a la creciente compra en el extranjero de alimentos y petrolíferos, principalmente gasolinas.

Y todavía así, se han perdido dos años, y el gobierno usurpador se ha negado a construir nuevas refinerías y no ha apoyado a los productores del campo mexicano para lograr la autosuficiencia alimentaria.


Han perdido el tiempo y han perdido la oportunidad que significa los precios altos del petróleo en el mercado internacional y el manejo de excedentes suficientes para haber echado a andar el desarrollo agropecuario, para lograr la autosuficiencia de alimentos y no tener que comprar los alimentos en el extranjero y también para construir las refinerías que hacen falta, para dejar de importar las gasolinas.


Si no nos hubiesen robado la Presidencia de la República, ya estarían por terminar de construirse las tres refinerías que hacen falta en el país.

Pareciera que el gobierno usurpador está esperando una crisis de balanza de pagos para actuar.

No es ningún secreto que un ambiente de turbulencia financiera internacional y de crédito restringido, un déficit podría llevar a que la crisis económica pasara a crisis financiera, con consecuencias negativas para las tasas de interés y el tipo de cambio. Añadir una crisis cambiaria a la crisis que hoy padecemos por falta de crecimiento, empleo y falta de seguridad, tendría efectos muy graves para el bienestar de los mexicanos.


Por esta razón, desde esta plaza pública, proponemos al Congreso, al Poder Legislativo, la aplicación de un plan anticrisis, bajo los siguientes lineamientos:

Consideramos que en materia económica, para enfrentar la crisis y evitar un mayor agravamiento, se debe fortalecer nuestra producción interna para, cuando menos, evitar un mayor desempleo y disminuir el déficit comercial.

Esto lo podemos lograr aumentando la producción para depender menos de las importaciones de gasolinas, diesel, gas natural, alimentos y toda la gama de productos manufacturados que no son competitivos por los altos costos de los energéticos y del crédito.


Los fondos para este plan anticrisis pueden obtenerse si se reduce en 200 mil millones de pesos el gasto superfluo del gobierno. Saben ustedes que en dos años, en 2007 y en 2008, ha crecido el llamado gasto corriente en el gobierno, en 400 mil millones de pesos.


Si se reduce a la mitad, se tendrían 200 mil millones y también se podrían utilizan los otros 200 mil millones de pesos de excedentes que se recibirán este año por precios altos de petróleo.

Con esta bolsa, de 400 mil millones de pesos, se pueden financiar proyectos de alto impacto económico para mejorar el nivel de empleo, la competitividad y enfrentar la crisis social y el clima de inseguridad.


El día 15, por la noche, aquí en el Zócalo, propuse que se llevaran a cabo las siguientes medidas que ahora repito:


1. Que se cancelen los aumentos de precios de la gasolina, el diesel, el gas y la electricidad. Aquí añado que con esto lograremos mejorar la competitividad de la industria; dar alivio a los consumidores y reducir la presión inflacionaria. Cuando sube la gasolina, como está sucediendo, veinte aumentos ha habido, de inmediato se disparan otros aumentos de precios.


2. Que se otorguen becas a todos los estudiantes de preparatoria del país como se hace en el Distrito Federal. Ya es tiempo, es necesario, ver el gasto destinado a la juventud como una inversión social.


3. Que se aumente el presupuesto de las universidades públicas para resolver el problema de miles de jóvenes que son rechazados, con el pretexto de que no pasan el examen de admisión, cuando en realidad lo que sucede es que las universidades públicas no tienen cupo o espacio por falta de presupuesto. Debe repararse el daño que se ha hecho durante 26 con la política neoliberal, que ha dejado a los jóvenes sin oportunidad de trabajo y de estudio, y los ha orillado a emigrar o a tomar el camino de las conductas antisociales.


4. Que se otorgue una pensión alimentaria a todos los adultos mayores del país, equivalente a medio salario mínimo, como se lleva a cabo en el Distrito Federal. Aquí, en el Distrito Federal, los adultos mayores tienen una pensión de casi 800 pesos para alimentos. En el resto del país se da un apoyo a adultos mayores que viven en poblaciones de menos de 20 mil habitantes. Ese apoyo se logró por la gestión de nuestros legisladores del PRD, PT y Convergencia. Pero ese apoyo nada más es de 500 pesos al mes y –repito— para poblaciones de menos de 20 mil habitantes. ¿Qué estamos planteando? Que se homologue a lo que se da en el Distrito Federal. Que si los ancianos del Distrito Federal reciben 800 pesos, que también los ancianos de otros estados de la República reciban lo mismo y que no sea nada más de 20 mil o 25 mil habitantes hacia abajo, sino que sea universal, como se entrega en el Distrito Federal. Y estamos planteando también que este apoyo debe otorgarse desde los 65 años, cuando menos en regiones indígenas y en las zonas de mayor pobreza del campo y de la ciudad.

5. Que se entreguen de inmediato los ahorros de los ex braceros. A lo mejor algunos de ustedes no tienen la información sobre este asunto. Pero en los años cuarenta se suscribió un convenio entre los gobiernos norteamericano y de nuestro país, para que fuesen a trabajar a Estados Unidos mexicanos, braceros. Trabajaron allá y, de conformidad con ese convenio, dejaban el 10 por ciento de su sueldo como ahorro, con el compromiso de que cuando regresaran les iban a entregar esos ahorros. ¿Qué pasó? Regresaron, parece que en efecto se envió el dinero a México, pero aquí desapareció. Para decirlo de manera coloquial se lo clavaron. Y ahí andan los adultos mayores de todo el país solicitando que les entreguen lo que les pertenece, porque no es una ayuda, mucho menos una dádiva, sino que es el dinero que ellos ahorraron con su trabajo. Por eso los legisladores tienen que resolver ya este asunto, de inmediato, porque da mucha tristeza y coraje que muchos de esos adultos ya se están muriendo sin recibir lo que en derecho les corresponde.


6. Que se aumente el presupuesto destinado al campo; que se establezcan precios de garantía y subsidios al fertilizante y a otros insumos. Está subiendo el fertilizante como nunca. ¿Por qué el aumento al fertilizante de más de 200 por ciento en 19 meses? Porque se tiene que comprar ahora el fertilizante en el extranjero, porque en la época de Salinas tomaron la decisión de privatizar Fertimex. Todavía, hasta 1992 se producían los fertilizantes que necesitábamos en el país y hasta se vendía fertilizante al extranjero. Ahora tenemos que comprar los fertilizantes en el extranjero. Por eso la importancia de atender el problema del déficit. El año pasado se tuvieron que comprar mil 200 millones de dólares de fertilizantes en el extranjero y este año será una cantidad mayor. Y ¿qué está pasando? Hay regiones en el país en donde los campesinos ya no pueden cultivar la tierra, porque no tienen para el abono. Por eso es urgente el subsidio al fertilizante y a otros insumos y que además se fijen precios de garantía, para que el productor vea compensado su esfuerzo y no como ahora, en donde el productor tiene que vender barato lo que produce y vender caro todo lo que necesita. Con ello se pueden reducir las importaciones de alimentos, evitar más aumentos a los precios de los alimentos básicos, mejorar la economía de campesinos y productores y también atemperar el fenómeno migratorio. Si se atiende el campo, si se rescata al campo, se dan opciones a muchos que se ven obligados, sobre todo jóvenes, a abandonar sus comunidades por falta de trabajo.

7. Que se construyan las tres refinerías que se necesitan en el país para dejar de comprar gasolinas en el extranjero. Con esta decisión se reducirían las importaciones de gasolina, que ya se acercan al 50 por ciento de lo que consumimos. Con esta decisión de empezar a construir las refinerías, se daría valor agregado a la materia prima, al petróleo crudo, se generarían empleos y se ahorrarían divisas. No tendríamos que estar comprando la gasolina afuera.

8. Que se cancele la llamada Alianza Educativa, y en particular, que no se permita el cierre de las escuelas normales y se otorguen plazas a todos sus egresados. Más escuelas, porque eso es lo que va al final a evitar que haya más cárceles, se tiene que atender la educación, que es fundamental.

9. Que se lleve a cabo un programa de construcción de obras públicas para reactivar la economía y generar empleos; de manera particular, que se atienda la falta de servicios públicos y de vivienda, en beneficio de la gente pobre de los centros urbanos y de las ciudades fronterizas.

10. Que renuncien de inmediato los secretarios de Gobernación y de Seguridad Pública y el procurador general de la República, por carecer de integridad y ser ineficaces en el combate a la inseguridad y a la violencia.


Adicionalmente –repito— nosotros estaríamos dispuestos a llegar a un acuerdo con nuestros adversarios, si además se hace el compromiso de retirar en definitiva las iniciativas de privatización de Pemex y si a cambio de ello, se apoya el Programa de Acción Inmediata para el Fortalecimiento de Pemex, que ha sido elaborado por un grupo muy diverso de personas de diferentes ideologías, militantes de varios partidos y otros que no militan en ninguno.

Este programa, según los técnicos, los expertos y los intelectuales, atiende la urgencia de rescatar a Pemex de la postración en que lo han sumido las políticas de los últimos gobiernos.


Con este programa se asignarán mayores recursos a Pemex para que los destine a actividades que se han rezagado: la exploración, la refinación, la conservación y el mantenimiento de equipos y plantas, la petroquímica, los ductos, el almacenamiento y la investigación y desarrollo.


Con este programa, sin ninguna reforma legal y mucho menos violando el espíritu y la letra de la Constitución, se demuestra que existen recursos suficientes para garantizar el sano crecimiento y diversificación de las actividades de Pemex y para comenzar a fortalecer su infraestructura e iniciar nuevas plantas de refinación e instalaciones de transporte y almacenamiento.

Se demuestra, de manera muy clara con este programa, que no se requiere invitar a inversionistas del exterior para fortalecer a Pemex.


Amigas y amigos:


Si se aplica todo lo aquí expresado, se puede frenar la crisis, enfrentar la incertidumbre y crear un ambiente de seguridad, de aliento y de esperanza al pueblo de México.


Si aceptan estas propuestas, los legisladores de todos los partidos y los representantes de sectores sociales, vamos al acuerdo para salvar al país y proteger a nuestro pueblo.


Este acuerdo podría llevarse a cabo en el Poder Legislativo, donde están representadas todas las fuerzas políticas del país y desde ese sitio, desde el Congreso, podría convocarse al resto de la sociedad.


Además, la Cámara de Diputados tiene la facultad exclusiva de aprobar el presupuesto y la mayor parte de nuestras propuestas, dependen de una nueva orientación del gasto público.

En pocas palabras, se necesita que el destinatario del presupuesto sea el pueblo y no los potentados y la alta burocracia.


En consecuencia, voy a solicitar y lo hago desde este momento, de manera respetuosa, a los legisladores del Frente Amplio Progresista, a Alberto Anaya, a Dante Delgado, a Javier González y a todos los legisladores, que presenten a sus homólogos de otros partidos este plan anticrisis.

Claro está, se trata de algo serio, que exige voluntad, compromisos y responsabilidad de todos. También es obvio que no aceptaremos ni la simulación ni el engaño.


Si nuestros adversarios optan por seguir haciendo la política de siempre, esa donde sólo cuentan los intereses de una minoría y no las demandas y aspiraciones del pueblo, de una vez les decimos, que sigan su camino, que nosotros vamos a continuar ejerciendo el legítimo derecho de hacer una nueva política, para construir una República más justa, más humana y más igualitaria.

Por eso también aprovecho esta reunión para pedirles a ustedes, que son el alma y el motor de este movimiento, que sigamos trabajando en defensa del pueblo, de los bienes nacionales y de la transformación del país.


De manera particular, les pido que estemos atentos a cualquier llamado, estamos presentando una propuesta, pero de todas formas estemos muy atentos a cualquier llamado, porque si Calderón y las cúpulas del PRI y del PAN insisten en aprobar un dictamen que privatice la industria petrolera, vamos a movilizarnos, habrá resistencia civil pacífica.

Y estemos pendientes, porque podemos hacer ese llamado unos cuantos días antes, porque no sabemos cómo van a actuar estos legisladores, a lo mejor ya en casas particulares, en hoteles y en lo oscurito ya se están poniendo de acuerdo, para elaborar un dictamen y querer dar un albazo. Entonces, muy pendientes a cualquier llamado.


Como dice la canción, esta canción que se escucha tanto, La cumbia del petróleo: “Somos millones de gentes/ es el clamor popular/ más vale que no lo intenten/, no se va a privatizar”.


Y como aquí lo dijo Javier González, no habrá multa o sanción que nos impida ejercer el derecho constitucional de manifestación. Sabemos bien, así nos lo enseñan nuestros héroes, así lo enseña la historia, la libertad y la justicia no se imploran, se conquistan.


Vamos a ejercer siempre nuestro derecho a la libre manifestación, de manera pacífica, sin caer en la trampa de la violencia, sin caer en ninguna provocación.

Amigas y amigos:

Desde esta plaza pública exigimos que se atienda el grave problema de contaminación del Río Santiago que afecta a los habitantes de los municipios de Juanacatlán y El Salto, en Jalisco, donde está en peligro la salud de la gente, e inclusive perdió la vida recientemente un niño por la terrible contaminación de las aguas.


También reiteramos nuestro rechazo al basurero de residuos tóxicos de una empresa española en Zimapán, Hidalgo.


Rechazamos también la destrucción del cerro de San Pedro, por la minera canadiense San Xavier, en San Luis Potosí, y la devastación en Huizopa, Chihuahua, por otra minera canadiense.

También expresamos nuestro apoyo a las luchas en defensa del agua, los bosques y el medio ambiente.


Nuestra solidaridad con los trabajadores y maestros que luchan en contra de las reformas a la Ley del ISSSTE y de la llamada Alianza Educativa.


Exigimos la libertad de los presos políticos de Atenco y de todos los luchadores sociales que se encuentran privados de su libertad, por la defensa de causas populares.

En cuatro días se cumplen 40 años del movimiento estudiantil y popular de 1968. Desde esta plaza queremos rendir un sincero homenaje a esos jóvenes que abrieron los cauces democráticos en nuestro país. En lo poco de democracia que tenemos, mucho se lo debemos a esos jóvenes.

Cuarenta años después, como ellos, seguimos luchando por la justicia, la democracia y la libertad.

También nuestra solidaridad con los mexicanos que están siendo maltratados, porque hay redadas y están deportando de Estados Unidos a muchos compatriotas. Que cuenten siempre con nuestro apoyo ante estas medidas injustas del gobierno de ese país.


Amigas y amigos:


Aquí repito lo fundamental: Mantengamos la convicción de que en el camino hacia la construcción de una nueva República tenemos que ir creando, y eso es lo que estimo más importante, una nueva corriente de pensamiento que se arraigue y permanezca en la conciencia del pueblo.

Una nueva corriente de pensamiento que reconozca y exalte la cultura y la inmensa bondad que hay en nuestro pueblo.


Una nueva corriente de pensamiento que haga surgir una voluntad colectiva para impedir que en la política y en la vida pública predominen el engaño, la intolerancia, la corrupción y el afán de lucro, en vez de la verdad, la diversidad, los valores morales y el amor al prójimo.

Una nueva corriente de pensamiento para evitar que el dinero triunfe sobre la dignidad y el ser humano valga, no porque lo que tiene materialmente hablando, sino por su trabajo, rectitud y sobre todo por su generosidad.

Sigamos luchando con la moral en alto, sabedores que la verdadera felicidad se alcanza cuando se está bien con uno mismo, con nuestras conciencias y cuando se está bien con nuestros semejantes, con el prójimo.


¡Viva el movimiento estudiantil y popular de 1968!

¡Viva el Movimiento en Defensa del Petróleo!

Vivan los hombres y mujeres libres y concientes!

¡Viva nuestro movimiento!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!